“ [...] En las barras de las tabernas

Cantan los viejos marineros

Que la flor del naranjo

Desde alta mar se huele,

Y enloquece a aquellos que,

con la luna, navegan sus trampas

Y no se salva del mal

Quien de su canto no se aleja.[...]”

(“El mal del azahar” Joan Manuel Serrat – Manuel Vicent)

Habrá personas a las que les resulte un aroma muy pesado, y habrá gente  que se vuelva loca con el... A la mayoría les gusta el embriagador y fuerte olor de flor de Azahar, o Flor de naranjo o limonero. Son árboles cítricos muy habituales de ver en el sur de España, donde el clima permite que crezcan por todas partes sin ningún tipo de protección. En la época de floración vayas donde vayas, te acompañará la fragancia dulce y penetrante.

Son árboles de clima muy cálido, los inviernos fríos y muy secos de Madrid sinceramente lo pasan mal. Hay que buscarles de verdad un buen cobijo, taparlos con telas especiales y resguardarlos en algún lugar luminoso y templado. Así podrán volver a brotar de nuevo el año siguiente. Sin eso muchas veces sufren terriblemente las heladas, se les hiela parte de las ramas, no crecen ni florecen.

 Pero ahora mismo en el mercado se pueden encontrar  unos arbolitos cítricos que se adaptan mucho mejor a los climas fríos o con heladas pronunciadas. 

Kumquat

Uno de ellos es el Kumquat o Naranjo Chino. Es bastante resistente al frío, da una cantidad generosa de frutos que suelen ser ligeramente ácidos o amargos. Curiosamente es la piel la que es mucho más dulce que el fruto y se pueden comer con piel, el sabor perdura en la boca un buen rato. Se pueden hacer excelentes mermeladas con ello, y sus flores huelen casi igual que las del Naranjo. 

Como todos los árboles frutales, y más si se trata de cítricos, necesitan mucho sol, y en cuanto empiece a echar flores unos abonados generosos con abonos orgánicos y naturales. De esta forma nos aseguramos gran cantidad de flores y posterior fructificación. Necesitan el sustrato ligeramente ácido, que con un buen abono tipo guano, estiércol, será fácil de conseguir. También tienen otra ventaja, que no necesitan mucho espacio y se pueden cultivar en macetas. Así podemos tener una planta preciosa  en un balcón o terracita si no disponemos de un jardín. Pueden sufrir algún ataque de pulgón en verano, pero es fácil de eliminar con un insecticida sistemático (muy ecológico no es, pero es el más efectivo). 

Calamondin

Otro ejemplar que se puede mantener perfectamente en una maceta es un cítrico llamado Calamondin. Es el que mejor resiste los fríos y heladas prolongadas. Su cuidado es el mismo que el de Kumquat. Para los cítricos en general lo más importante es que reciban el máximo de horas de sol posibles. Un buen abonado con materia orgánica es primordial si queremos tener una planta sana y vigorosa. Como cualquier planta con fruto gasta muchísimas energías al formar flores. Es un trabajo muy duro y necesitan nuestra ayuda con los abonados, para que puedan crecer y desarrollarse sanas y bonitas.

 Los frutos de Calamondin son más bien de adorno ya que son bastante amargos, pero pueden servir para una sabrosa mermelada y se parecen a mandarinas, pero no son en absoluto  tan ricos de sabor. Su porte más bien reducido y crecimiento algo lento, le hacen perfecto para cultivo en maceta, incluso con mucha paciencia se puede conseguir un Calamondin bonsai

Limequat

Hay otro arbolito  muy curioso, que se llama Limequat... Es una mezcla de limón y kumquat. Tiene fruto ligeramente alargado como el de Kumquat, pero de color amarillo intenso y sabor como Limón o Lima. Sus flores son igual de fragantes como de los otros cítricos, y se puede cultivar en una maceta, aunque su crecimiento es algo más rápido y algo más"desparramado"que el de Calamondin.

Casi todos los cítricos tienen hojas muy aromáticas, se pueden secar y usar como ambientadores de los armarios. También la mayoría tienen largas espinas, asi que hay que tener un poco de cuidado al manejarlos.

Si os lo proponéis, podéis tener un cítrico en vuestro balcón, terraza o jardín, y que a parte de un fresco verdor, os pueda ofrecer un aroma excepcional al florecer y luego unos frutos tanto para decorar o consumir.

Imaginaos sentados en el jardín o terraza, en una noche cálida y sedosa de verano, con una fragancia envolvente de Azahar...con la brisa aromática acariciando nuestro cuerpo...y si es con una buena compañía se convierte en una noche mágica...una gozada para los sentidos...a que sí?

Gracias por leerme. 

                                    kataswit@gmail.com