Monday, January 13, 2014

CAMELIAS  JAPÓNICAS

Son unos arbustos de una belleza extraordinaria. Poseen unas hojas de un color verde muy oscuro y jugoso, que se mantienen así todo el año.  Las hay que florecen en invierno, en otoño o en primavera dependiendo de la variedad.
A pesar de que carece por completo de aroma, sus flores nos pueden alegrar la vista durante bastante tiempo, puesto que podemos buscar variedades que cada una florezca en distinta época de año y así tener plantas siempre con esas preciosas flores. Sus capullos formándose se pueden ver ya en invierno , que muchos ejemplares necesitan frío para el desarrollo correcto.

Lo más importante para una Camelia es una ubicación bastante sombría, por lo menos en el centro de la península.. en las zonas costeras con la humedad que hay, y el clima mas suave, puede aguantar al sol. Necesita tierra ácida, riegos a diario en la época de floración, aunque tampoco hay que encharcárla, que lo detesta y se pone amarillenta. Simplemente mantener la tierra ligeramente húmeda. Conviene abonarla con abonos específicos para este tipo de plantas, igual que las hortensias, azaleas, rhododendros, etc.. Y claro que no le viene nada mal añadir unos cuantos puñados de GUANUMUS
Kamelia

Hay que tener cuidado con agua de riego, que suele"lavar" la tierra y despojarla de los nutrientes y subir ph de ácido a neutro. Se puede solucionar echando un poco de jugo de limón en una regadera , añadiendo agua y con esa mezcla regar de vez en cuando, para preservar la acidez adecuada de sustrato. Existen también tierras de castaño, de brezo, llamadas sustrato ácido, que le gusta mucho a las Camelias.

Son bastante resistentes a las heladas pronunciadas. Lo que no les gusta es exceso de agua encima, ya que pudre los capullos, pero aveces es inevitable si llueve mucho, que por suerte para las Camelias en Madrid no sucede con mucha frecuencia. Por eso no conviene mojarlas para refrescarlas, que no les gusta, y mucha gente piensa que las plantas lo necesitan y si encima lo hacen por la noche, el agua no se evapora y puede crear hongos en las flores y hojas. No sufren muchos ataques de insectos, pero si pueden enfermar por encharcamiento, las hojas se ponen amarillas enteras y se caen (que también sucede con clorosis, pero en ese caso se ve el nervio más verde y el resto de hoja amarilla, y se solucióna con quelatos de hierro solubles en agua). También abonado excesivo con Nitrógeno (famosas bolitas azules), les puede quemar algo las hojas y afear el aspecto en general. 
Kamelia
Al final de invierno hay que quitarle alguna que otra rama seca, sin podarla en exceso, y menos cuando esta llena de capullos. Solamente algo de limpieza, por sí se le ha estropeado alguna ramita u hoja.


No le gustan espacios cerrados y que acumulen el calor, así que no vale especialmente para las terrazas cerradas, o con muy mala ventilación. Suele enfermar un poco mas y no florece igual, aunque habrá excepciones. Pero por regla general , prefiere ambientes frios y húmedos.


Espero que os pueden ayudar esos pocos consejos para que podáis disfrutar de la belleza milenaria de las Camelias.




kataswit@gmail.com






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